jueves, 4 de mayo de 2017

MEMORIA DE LA RIADA DEL AÑO 1731 EN EL CONVENTO DE LA TRINIDAD, 16 de septiembre de 1731





La última gran riada que sufrió la ciudad de Valencia, en octubre de 1957, dejó distribuidos por toda la ciudad una serie de azulejos de diversos tamaños y facturas recordando la altura a la que habían llegado las aguas. Probablemente, esta práctica se inició a raíz de la riada que padeció la ciudad 16 de septiembre de 1731, que según todos los cronistas, causó grandes estragos.
En el desaparecido convento de San Juan de la Ribera hubo una inscripción similar señalando el lugar al que habían llegado las aguas. También en el Monasterio de la Trinidad, en la fachada recayente a la calle Alboraya, se colocó un panel cerámico en el que podía leerse la inscripción:

EN 16 DE SETIEMBRE
DE 1731 LLEGÓ EL AGUA
DEL RIO TURIA A ESTE
SITIO:     
PARA MEMORIA SE
PUSO ESTE SEÑAL.
Y SE RENOVÓ EN 19

DE MARZO DE 1833.



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